Desde el año 1921 el Ayuntamiento
de la ciudad de Córdoba organiza durante la primera quincena de mayo un
concurso de Patios, en el que los propietarios de éstos engalanan sus viviendas
con ahínco para conseguir el prestigioso galardón ofertado por el Consistorio.
Paralelamente se celebra un festival con numerosas actuaciones folclóricas
donde se dan cita los mejores cantaores y bailaores de la tierra. Todo esto
acompañado del vino Montilla-Moriles, fino de la
tierra con tapas típicas.
Un patio es un
espacio al descubierto de la vivienda que sirve como iluminación y ventilación
del resto de las dependencias. Además, su situación de acceso a ellas permite que
se use como lugar de convivencia, es el centro de la vida familiar.
La imagen del patio cordobés es herencia de la casa islámica que se caracterizaba por la construcción de fachadas orientadas hacia su interior. El aspecto exterior carecía de relevancia pues se constituía con un simple muro ciego. Tras la conquista cristiana de la ciudad esta estructura arquitectónica se mantuvo y aún perdura en las actuales viviendas.
Además de presentar una fachada, un
patio se distingue por engalanarse con una multitud de flores plantadas en
arriates y macetas, que se cuelgan en las paredes o se colocan
sobre el típico pavimento de chino cordobés. Junto a ellas los pozos o las fuentes
embellecen el recinto, conformándose una hermosa imagen en la que se fusionan
agua, luz y vegetación, un claro reflejo del pasado árabe de la ciudad. Para
culminar la ornamentación, los propietarios suelen incluir también muebles
antiguos, enseres de cocina de hierro, fustes, capiteles u otros restos
arqueológicos.
Cada patio presenta una arquitectura singular, fruto
de una evolución histórica distinta, de modo que es difícil establecer una
tipología. Sin embargo, a grandes rasgos los patios se clasifican en dos grupos
básicos:
1 - Patios
monumentales y señoriales: aquellos
relativos a antiguos palacios de la aristocracia local o a señalados edificios
religiosos, como el Patio de los Naranjos, el de la sinagoga o el santuario de
la Fuensanta. Por su parte, entre los señoriales, sobresale el Palacio de Viana
que integra doce patios en su interior de diferente estilo arquitectónico.
2 - Patios de concurso: todos los que
han participado en el concurso municipal desde su inicio en 1921 hasta la
actualidad. Se distinguen a su vez dos tipos de clases que se corresponden con
las modalidades del certamen: patios de arquitectura antigua y patios de
arquitectura moderna o renovada. Los primeros son aquellos que han sido
construidos hasta la década de los sesenta y que conservan sus principales
características estructurales. En cambio, los patios de arquitectura moderna
son aquellos que pertenecen a una nueva vivienda edificada tras la demolición
de una anterior o que han sufrido tal nivel de intervención que han perdido sus
elementos más significativos.
El barrio más característico es el
del Alcázar Viejo, entre el Alcázar y la parroquia de San Basilio, aunque también los encontramos por el
barrio de Santa Marina, alrededor de San Lorenzo y la Magdalena. En el entorno
de la Mezquita-Catedral, el barrio de la judería presenta
también ejemplos de gran belleza y antigüedad.
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